La hiperhidrosis es la secreción de sudor en cantidades superiores a las necesarias fisiológicamente,
aunque no se sabe su origen, a veces es debida a una patología, estado fisiológico (ejem.Menopausia), o bien a la toma de ciertos medicamentos.
Normalmente esta sudoración excesiva se produce con más frecuencia en manos, plantas de los pies, axilas e ingles.
En muchos casos la sugestión que produce en el paciente dificulta sus relaciones laborales y sociales.
Se cree que puede tener alguna predisposición genética y suele aparecer en la infancia o adolescencia cuando no es debida a una patología o tratamiento farmacológico.
Causas más frecuentes: calor, ejercicio, fiebre, trastornos metabólicos como la gota, estados fisiológicos como la menopausia y el consumo de ciertos medicamentos como algunos antibióticos como el ciprofloxacino, opioides como el fentanilo, antidepresivos como el escitalopram y antiinflamatorios como el diclofenaco, con más frecuencia. Aunque también lo pueden producir medicamentos antiparkinsonianos como levodopa/carbidopa y rasagilina por ejemplo.
Hay que tener en cuenta que enfermedades como el Parkinson, hipertiroidismo, cáncer, alcoholismo o hipoglucemia también se acompañan de hiperhidrosis.
Recomendaciones:
• Higiene adecuada.
• Ropa de tejidos naturales como el algodón, no abrigarse demasiado ni llevar la ropa muy ajustada.
• Sandalias cuando se pueda.
• Usar desodorante y soluciones de aluminio por la noche y limpiar por la mañana, en las zonas donde se pueda.
• Relajación y tranquilidad en la medida de lo posible. El nerviosismo aumenta la sudoración.
• Usar para la higiene diaria jabones muy suaves sin sustancias irritantes ni mucho perfume, tipo geles y jabones para bebés o pieles atópicas, o syndet.
Alimentos que pueden producir exceso de sudoración:
• Picantes: ajo, tabasco, chili, guindilla, etc.
• Alcohol.
• Café.
• La comida rápida: pizza, hamburguesa, etc. Tienen mucha cantidad de grasas y poca fibra.
• La comida precocinada por su gran cantidad de sales y aditivos.
Alimentos que reducen la producción del sudor:
• Alimentos ricos en calcio: leche desnatada y derivados lácteos desnatados (yogur, queso, etc).
• Alimentos ricos en las vitaminas del grupo B: Carnes, legumbres (lentejas, garbanzos,
soja...), cereales preferentemente integrales.
• Aceite de oliva virgen extra, aunque por su alto contenido en grasas se recomienda una cucharada sopera por persona y día.
• Frutas y verduras en general por su gran contenido en vitaminas y fibra.
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